Viajar a lo profundo

Todo proceso de búsqueda personal comienza con una incomodidad, tan dolorosa y profunda, que nos lleva a cuestionar la razón de la existencia que llamamos vida y está relacionada con la nuestra, con esto quiero decir que no es la vida mundial, sino la particular, que se ve reflejada en el diario vivir, las relaciones de pareja, el trabajo, la salud, la economía, las amistades, la familia. Todos son factores externos, pero en sí, son el reflejo de lo que hemos proyectado, pensado y sentido y a lo que no le vamos a ver forma hasta no sentirnos totalmente irritados.

Es ahí cuando comienzan las preguntas, esas que nos llevan a vernos, a sentirnos, a encerrarnos en nosotros y en nuestras emociones… es ahí donde comienza ese despertar, ese viaje a lo profundo, a nuestro profundo, a nuestro encuentro.

Muchos no comenzamos por preguntarnos ¿quién soy y qué hago aquí? O ¿cuál es mi misión? No, la gran mayoría nos cuestionamos del porqué trabajamos tanto y no tenemos éxito, por qué nos sentimos tan solos, por qué no sabemos qué camino seguir o por dónde deberíamos empezar… Las preguntas realmente están relacionadas con la infelicidad, la tristeza, la soledad, la rabia, la desdicha, ¡en fin! El listado es bastante amplio y poco positivo.

El despertar de conciencia realmente arranca cuando dejamos de estar señalando culpables fuera de nosotros y volteamos la mirada hacia el sentimiento y empieza a caminar por la mente la necesidad de salir de ese estado de frustración e insatisfacción, porque ya no hay nada que genere algún tipo de gusto en lo profundo, ya no hay relación sexual que se sienta o comida gustosa, ya no hay creatividad ni iniciativa, solo hay cumplimiento porque hay responsabilidades, ya no existe esa fuerza que impulsa hacia el hacer, el correr, la conquista o los deseos de triunfo, porque todo se siente banal, pobre, vacío, sin sentido, sin corazón.

¿Te ha pasado? ¿Te ha ocurrido que ya ni bailar te sale bien? ¿Te ha sucedido que la música no te suena rico, que no te pone los pelos de punta y que para que eso ocurra hay que buscar “ayuditas”, un traguito, un porrito?... ese tipo de herramientas que lo único que están haciendo es empujarte hacia lo más oscuro, lo más pesado… hacia lo más denso de tu personalidad... a la verdadera perdida. Y bueno, para muchos, todas esas situaciones han sido el motor para tomar impulso y salir de ese hueco, sin embargo, muchos hasta que no llegan a la depresión, la ansiedad, la adicción, el pánico o cualquier otro tipo de enfermedad no se detienen... otros no lo logran, se quedan en el fondo, el impulso no les llega porque la fuerza se acabó. ¿Cuántas de esas personas has conocido? ¿Con cuál situación te identificas? ¿Hacia dónde vas? ¿Qué camino estás recorriendo?

Cualquier camino puede ser el correcto para avanzar, sea el tuyo o el de aquellos que te acompañan. Sea el que sea, está ligado a una determinación que necesitará de voluntad, fuerza, compromiso y muchísima responsabilidad personal. Este es el único camino que te va a llevar a salir de la situación en que te encuentras y es ahí donde nos damos cuenta de cuánto amor propio tenemos, cuánto nos amamos… es en ese instante que dura solo un segundo, cuando nos observamos y damos un salto al vacío… Es ahí cuando todo vale la pena, cuando apostamos por nosotros mismos y decidimos hacer lo mejor por lo único que tenemos ¡A NOSOTROS MISMOS!... y nos dejamos llevar a lo profundo.

Paula Andrea Sierra Rodríguez

by Equilibrarium 2023