La fuerza del Amor abraza y rehace...

...pero también destruye

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Paula Andrea Sierra Rodríguez

9/6/20232 min read

La fuerza del Amor abraza y rehace, pero también destruye
En mi concepto, el amor destruye cuando está condicionado por el control, el dolor, la manipulación, la rabia, etc., en otras palabras, no es amor, pues él, es una frecuencia vibratoria armoniosa que construye, se expande y se contrae para tomar fuerza y posarse sobre aquello que esté en esa onda frecuencial. Esa onda frecuencial está presente en todos lados y permite ser vivenciada según la polaridad de quien la tenga, es por eso que hay personas que la viven desde la densidad, las bajas pasiones y un sinfín de expresiones en desequilibrio, para poder así reconocer desde donde se están movilizando internamente, como se tratan de forma íntima y de qué manera conciben su amor propio.

Cuando estamos viviendo el amor en desequilibrio, éste se expresa desde el maltrato que también puede ser la sonrisa de la manipulación o la caricia de la sumisión, pues cualquier tipo de exteriorización que hable de dominio, es una posesión y es desamor, por ende, es dañino. Puede pasar en cualquier tipo de relación y puede ser con abuso de cuidado, miedo o protección, como también puede ser exceso de libertad, temor a retener o soltar. La sutileza de la creencia mental puede llegar a generar asfixia o presión, a quien se está amando y, en definitiva, a nosotros mismos.

Asimismo, amando desde la vibración más armoniosa, la polaridad que se expresa es más sutil, respetuosa, cuidadosa y responsable con uno mismo y en consecuencia con el otro, sin importar que o quien sea ese otro.

Se enfoca hacia la aceptación y el compartir desde la completitud individual, sin querer transformar al otro, sin menosprecios y en total auto observación, pues, la realidad es, para lograr vivir el amor desde el rehacer, el abrazo, la dulzura y el placer equilibrados, se necesita haber estado trabajando en la observación personal, en el cierre de procesos anteriores, en la auto compasión, la auto crítica constructiva, la responsabilidad antes que la culpa, la sanación de los lazos internos, en depurar la mirada y suavizar la palabra y con ello, todos los detalles que se hayan impresos en lo más intrínseco, como las experiencias infantes como la crianza, la sombra, etc.…

A medida que nos vamos dejando llevar por el amor y el viaje a lo profundo, con la mirada puesta en el interior y las ganas de ser y sostener la felicidad, nos tornamos más responsables de nosotros y en nosotros, sin marcha atrás, pues la energía no involuciona, puede estancarse, pero no retroceder, estamos hablando del Amor como Frecuencia Vibratoria puesta o recibida en armonía, en amplitud de movimiento que llevará el proceso interno hacia el crecimiento, la evolución y la integración y como resultado nos damos amor, compartimos amor y recibimos amor. Vemos con compasión y respeto las heridas de los demás, pues reconocemos su dolor, porque nos hicimos responsables del nuestro y seguimos caminando renovándonos “solos” o acompañados sin someter a nadie a nuestros pendientes.

Paula Andrea Sierra Rodríguez

by Equilibrarium 2023